Descubrir, respirar sus aromas, pasear y detenerme en cada uno de los detalles arquitectónicos de las angostas callejuelas de la Casbah, casco histórico de Argel, fue el inicio de mi paso profesional por esta ciudad del norte de África y fuente de inspiración para uno de mis proyectos decorativos en el Hotel Radisson: su restaurante.
Los blancos de las paredes, los verdes y los tonos mostaza de la Casbah colorearon las estancias de este local, en el que creamos distintas zonas y jugamos con los contrastes de sillas en diferentes modelos.
Entre las laberínticas calles de la Casbah perviven antiguas mezquitas y palacios otomanos, muestra del paso de bereberes, bizantinos, árabes y turcos a lo largo de su historia. Esos patios interiores con arcadas fueron otro de los elementos que quise plasmar en este panel con luz retroiluminada situado junto a las mesas.
Concebimos la visita al restaurante Radisson como una experiencia gastronómica, cultural y artística, capaz de aglutinar la esencia de los orígenes y la vanguardia de esta ciudad mediterránea. De modo que los motivos árabes modernizados conviven a la perfección en este espacio a modo de separadores, así como aportando ese aire de elegancia sutil en los armarios.
Lejos de sutilezas decorativas y más allá de colores y motivos, vimos en los contrafuertes de las casas típicas de la parte vieja de la ciudad la manera de imprimir distinción y vanguardia al restaurante. Esas vigas de madera inspiraron la creación de una colosal lámpara diseñada con tubos de color champán, uno de los elementos más llamativos cuyo diseño servía para separar espacios.
Como puede apreciarse en las fotos no sólo infundimos el verde a través del mobiliario, sino que incorporamos las plantas para lograr ese ambiente natural, fresco y mediterráneo. Fieles a esta premisa vestimos con un jardín vegetal vertical las columnas de la terraza.
¿Os apetecería comer o cenar en alguno de estos rincones? Si es así.. ¡Objetivo conseguido! Habremos decorado un local acogedor cuyas paredes hablan de la cultura y la historia de Argel e invitan a adentrarse por el corazón de la Casbah, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.